miércoles, 13 de noviembre de 2013

niños

Respeto a los niños


Los niños merecen el mismo respeto que los adultos

Puede parecer una obviedad, pero no lo es. Estoy harta de ver como muchos adultos creen que pueden hablar y tratar a los niños sin ningún respeto. Es cierto que dependen de nosotros y que tenemos la responsabilidad de educarlos, pero antes que niños son seres humanos a los que jamás se debe insultar, menospreciar o ignorar.

Hoy traigo este tema por un post que he leído en el recomendable blog de Trastadas de mamá. Se titulaLa abuela mala. Os dejo un poquito:
Quiero hablaros de una abuela en concreto, de una que mi hijo ha bautizado como “la abuela mala”. Reconozco que la he cogido muchisima manía, que no puedo oírla hablar y que me cabrea y mucho todo lo que hace.
Lleva a su niet@ (mantendré la intriga) de la mano, pegando tirones, diciendo auténticas “lindezas” por su boquita:
- “deseando estoy que llegue el viernes y perderte de vista”
- “que harta me tienes”
- “eres insoportable”
- “tu madre tan contenta trabajando y yo aquí pringada contigo”

Grita, zarandea y menosprecia a su niet@.
Eric ha sido espectador de varias de estas situaciones y se ha puesto pálido. Me ha dicho entre sollozos “esa abuela es muy mala, mis abuelas son buenas ¿verdad mamá?”.
Su post, además de cabrearme, me ha recordado otros dos que escribí hace dos años: “¡Lo digo yo y punto, imbécil!” , sobre una experiencia parecida que tuve. Y A los niños no se les insulta, escrito a consecuencia del anterior. En ese segundo post decía:
A los niños no se les insulta. A los niños se les habla con cariño y respeto, incluso cuando tenemos que corregir un comportamiento.
No se les insulta porque no se lo merecen, porque debemos lograr que crezcan queriéndose a sí mismos que es el andamio para acabar siendo adultos equilibrados y felices y porque si les estamos insultando les estamos transmitiendo que eso es un comportamiento aceptable cuando crezcan. Tal vez les encontremos en el futuro insultándonos a nosotros y no tendremos autoridad para decir que no lo hagan.
Y educar creyendo que no se debe pegar ni insultar a un niño no es incompatible con educar con autoridad. Aquí no estoy hablando de que los padres sean colegas de sus hijos, sino de que los traten como seres humanos merecedores de un mínimo respeto.



Pero es que les debemos más que el no gritarles, pegarles o insultarles. Les debemos, como os decía, el respeto que merece cualquier otro adulto con el que nos crucemos. Creo firmemente que aquel que siembra vientos en forma de menosprecios a los niños, recoge tempestades inimaginables.
Por otra parte, siempre me queda la duda de qué hacer en esos casos en los que presencias violencia verbal hacia unos niños pequeños. Volviendo a la abuela mala, hablaba con Trastadas de mamá precisamente de si convendría hablar con los profesores del niño o la orientadora del colegio. 

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